Me dispongo a adentrarme en una de las más fascinantes constelaciones del cielo otoñal. Perseo da nombre al brazo exterior de la Vía Láctea, es decir observando perseo, dirigimos nuestra mirada hacia el exterior de nuestra galáxia y eso lo notaremos en la cantidad de cúmulos y galaxia que tenemos para observar en este area.
El estudio de Perseo va a ser largo pero anticipamos que interesante. Cada zona del mismo esta repleta de elementos interesantísimos, los cuales nos ayudarán a ir haciendonos una composición de lugar sobre el espacio que ocupamos en nuestra galaxia y nuestra ubicación con respecto al universo circundante.
En las dos primeras sesiones de observación me he dedicado especialmente al doble cúmulo compuesto por NGC84 NGC 869.
En la foto NGC869, imagen que esperamos mejorar en siguientes observaciones. Los cúmulos son cercanos reales, no solo aparentes. Se distancian en pocos cientos de años luz, y ambos se encuentran a una distancia cercana a los 7000 años luz de la Tierra. Cuentan con miles de estrellas.
