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domingo, 7 de octubre de 2012


En este espacio me propongo exponer las reflexiones y estudios que conjugo desde la reflexión teológica que me es inherente y mi afición preferida, la astronomía.

A traves de la contemplación de la inmensidad del Universo, me parece que podemos alcanzar a intuir un atisbo de la grandeza de Dios, de su inconmensurable bondad, y de lo insondable de su inteligencia.

No puedo entender el Universo sin Dios,al igual que me parece incomprensible la existencia humana sin Jesucristo.

Mediante el telescopio y los diversos instrumentos y recursos astronómicos que manejo, la realidad de la existencia toma una consciencia de ser que, personalmente, me acerca más al misterio.

La astronomía, al igualque el resto de las ciencias, descubre distintos aspectos del Creador, su obra, su método, su amor, etc.

La imagen que inicia esta presentación es Vega, una estrella dos veces y media más grande que nuestro Sol pero cincuenta veces más luminosa que éste último. Si nuestro hogar, la Tierra, fuera irradiado por Vega en lugar de por el Sol, quedaríamos ciegos de inmediato y nuestra piel se carbonizaría en pocos segundos. Vega se encuentra en la constelación Lira, y es una de las más preciosas estrellas de nuestro firmamento.